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Las neuropatías diabéticas son un conjunto de trastornos nerviosos causados por la diabetes. Con el tiempo, las personas con diabetes pueden desarrollar daño de los nervios en todo el cuerpo. Algunas personas con daño nervioso no presentan síntomas, mientras que otras pueden presentar síntomas tales como dolor, hormigueo o adormecimiento—pérdida de sensación—en las manos, brazos, piernas y pies. Los problemas de los nervios pueden presentarse en cualquier sistema de órganos, incluidos el tracto digestivo, el corazón y los órganos sexuales.
Cerca de un 60 a 70 por ciento de personas con diabetes sufren algún tipo de neuropatía. Las personas con diabetes pueden desarrollar trastornos nerviosos en cualquier momento, pero el riesgo aumenta con la edad y con una diabetes más prolongada. Las tasas más altas de neuropatía se encuentran en personas que tienen diabetes por al menos durante 25 años. Las neuropatías diabéticas también parecen ser más comunes en personas que tienen problemas en controlar la glucosa en la sangre, también llamado azúcar en la sangre, así como en aquellas personas con niveles elevados de grasa corporal y presión arterial, y en aquellas que tienen sobrepeso.
Puede que sean distintas para los diferentes tipos de neuropatía diabética. Los investigadores están estudiando cómo la exposición prolongada a niveles elevados de glucosa causa daño de los nervios. Es probable que las causas del daño nervioso sean una combinación de distintos factores:
Los síntomas dependen de la clase de neuropatía y de los nervios que se ven afectados. Algunas personas con daño nervioso no presentan síntoma alguno. Para otras, a menudo, los síntomas iniciales son hormigueo, adormecimiento o dolor en los pies. Los síntomas iniciales son usualmente leves, y debido a que gran parte del daño nervioso ocurre a través de varios años, los casos leves pueden pasar desapercibidos por mucho tiempo. Los síntomas pueden abarcar el sistema nervioso somático, craneal y autónomo (involuntario). En ciertas personas, por lo general aquellas con neuropatía focal, el dolor inicial puede ser repentino e intenso. Los síntomas de daño de los nervios pueden incluir
Los síntomas que no son causadas por neuropatía, pero a menudo se presentan con ésta, incluyen pérdida de peso y depresión.
¿Qué tipos de neuropatías diabéticas existen?
La neuropatía diabética se clasifica en periférica, autónoma, proximal o focal. Cada una afecta de varias maneras a diferentes partes del cuerpo.
La neuropatía focal ocasiona el debilitamiento repentino de un nervio o un grupo de nervios, causando debilidad muscular o dolor. Cualquier nervio en el cuerpo puede verse afectado.
Cómo afecta la neuropatía a los nervios de todo el cuerpo
La neuropatía periférica afecta
La neuropatía autónoma afecta
La neuropatía proximal afecta
La neuropatía focal afecta
¿Qué es la neuropatía periférica?
La neuropatía periférica, también llamada neuropatía simétrica distal o neuropatía sensoriomotriz, es el daño de los nervios de los brazos y piernas. Es probable que sus pies y piernas se vean afectados antes que sus manos y brazos. Muchas personas con diabetes presentan signos de neuropatía que el médico puede notar, sin que la persona perciba ningún síntoma. Los síntomas de la neuropatía periférica pueden incluir
Estos síntomas a menudo son peores por las noches.
La neuropatía periférica afecta los nervios de los dedos del pie, pies, piernas, manos y brazos.
La neuropatía periférica también puede causar debilidad muscular y pérdida de reflejos, sobre todo en el tobillo, produciendo cambios en el modo en que una persona camina. Pueden presentarse deformidades del pie, tales como los dedos en martillo y el colapso de la porción media del pie. Pueden aparecer erupciones y ampollas en las áreas adormecidas del pie debido a la presión o a las lesiones que pasan desapercibidas. Si las lesiones del pie no se tratan con prontitud, la infección puede propagarse al hueso, y se podría tener que amputar el pie. Muchos expertos calculan que la mitad de dichas amputaciones se pueden prevenir si los problemas leves se detectan y tratan a tiempo.
¿Qué es la neuropatía autónoma?
La neuropatía autónoma afecta los nervios que controlan el corazón, regulan la presión arterial y controlan las concentraciones de glucosa en la sangre. La neuropatía autónoma también afecta a otros órganos internos, causando problemas de la digestión, función respiratoria, micción, respuesta sexual y visión. Además, podría afectarse el sistema que reestablece la glucosa en la sangre a niveles normales después de un episodio de bajas de azúcar o hipoglucemia, causando la pérdida de las señales de advertencia de la hipoglucemia.
La neuropatía autónoma afecta los nervios que controlan el corazón, el estómago, los intestinos, la vejiga, los órganos reproductores, las glándulas sudoríparas, los ojos y los pulmones.
Corazón y vasos sanguíneos
El corazón y los vasos sanguíneos son parte del sistema cardiovascular, el cual controla la circulación sanguínea. El daño de los nervios del sistema cardiovascular interfiere con la habilidad del cuerpo de regular la presión arterial y el ritmo cardíaco. Como resultado, la presión arterial puede bajar súbitamente luego de sentarse o ponerse de pie, haciendo que la persona sienta mareo o se desmaye. El daño de los nervios que controlan el ritmo cardíaco puede causar que el ritmo cardíaco se mantenga elevado, en vez de responder con subidas y bajadas a las funciones corporales normales y a la actividad física.
Sistema digestivo
Con mayor frecuencia, el daño de los nervios del sistema digestivo causa estreñimiento. El daño también puede provocar que el estómago se vacíe muy lentamente, un trastorno llamado gastroparesia. La gastroparesia grave puede causar náuseas y vómitos repetidos, hinchazón y pérdida de apetito. La gastroparesia también puede causar una fluctuación amplia en los niveles de glucosa en la sangre, debido a la digestión anormal de los alimentos.
El daño de los nervios del esófago podría dificultar la deglución, mientras que el daño de los nervios de los intestinos puede causar estreñimiento alternado con diarrea descontrolada frecuente, sobre todo por las noches. Los problemas con el aparato digestivo puede producir pérdida de peso.
Tracto urinario y órganos sexuales
La neuropatía autónoma a menudo afecta los órganos que controlan la micción y la función sexual. El daño de los nervios puede prevenir el vaciamiento completo de la vejiga, permitiendo que las bacterias crezcan en la vejiga y los riñones y causando infecciones del tracto urinario. Cuando los nervios de la vejiga se dañan, se puede presentar incontinencia urinaria ya que la persona puede ser incapaz de sentir la vejiga llena o incapaz de controlar los músculos que liberan la orina.
La neuropatía autónoma también puede disminuir gradualmente la respuesta sexual en hombres y mujeres, aunque el deseo sexual puede permanecer igual. Los hombres podrían tener dificultades para lograr una erección o podrían alcanzar el orgasmo sin tener una eyaculación normal. Las mujeres podrían tener dificultades con la excitación, la lubricación o los orgasmos.
Glándulas sudoríparas
La neuropatía autónoma puede afectar los nervios que controlan la transpiración. Cuando el daño de los nervios previene que las glándulas sudoríparas funcionen correctamente, el cuerpo es incapaz de regular su temperatura como debería. El daño de los nervios también puede causar sudoración profusa por las noches o mientras una persona come.
Ojos
Por último, la neuropatía autónoma puede afectar las pupilas de los ojos, haciéndolas menos sensible a los cambios de luz. Como resultado, una persona podría tener difi cultad para ver con claridad cuando se enciende una luz en una habitación oscura o podría tener dificultad para conducir por las noches.
¿Se pueden prevenir las neuropatías diabéticas?
La mejor forma de prevenir la neuropatía es mantener los niveles de glucosa en la sangre tan cerca de los valores normales como sea posible. El mantener la glucosa en niveles seguros protege los nervios de todo el cuerpo.
¿Cómo se diagnostican las neuropatías diabéticas?
Los médicos diagnostican la neuropatía partiendo de los síntomas y el examen físico. Durante el examen, el médico puede medir la presión arterial, el ritmo cardíaco, la fuerza muscular, los reflejos y la sensibilidad a los cambios de postura, la vibración, la temperatura o el tacto leve.
Examen de los pies
Los expertos recomiendan que las personas con diabetes se hagan un examen cuidadoso de los pies todos los años para descartar la neuropatía periférica. Las personas con un diagnóstico de neuropatía periférica deben hacerse exámenes de los pies con más frecuencia.
Un examen cuidadoso de los pies evalúa la piel, los músculos, los huesos, la circulación y la sensación de los pies. El médico evaluará la sensibilidad de los pies al tocarlos con un monofilamento de nylon—similar a una cerda en un cepillo para el pelo—conectado a una varita, o pinchando el pie con una aguja. Las personas que no sientan presión luego de un pinchazo con una aguja o monofi lamento han perdido la sensación protectora y se encuentran en riesgo de desarrollar úlceras plantares que no sanarán adecuadamente. El médico también puede revisar la percepción de temperatura o usar un diapasón, el cual es más sensible que la presión por tacto, para evaluar la percepción de vibraciones.
Otros exámenes
El médico podría realizar otros exámenes como parte del diagnóstico.
Fuente: El contenido de esta publicación es proporcionado como un servicio del Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK por sus siglas en inglés), parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH por sus siglas en inglés). NIDDK. Septiembre 2011